La recapitulación, almacenamiento y procesamiento de datos tiene enormes implicaciones positivas en la industria energética. Aquí te las contamos.
Todo usuario comercial con un alto consumo de electricidad puede beneficiarse de ciertos atributos energéticos tangibles. Nos referimos a medidores digitales, potencia de corriente, celdas solares, focos de alta duración, entre otros más. Sin embargo, detrás de toda esta innovación existe una tendencia de enorme importancia.
Hablamos del Big Data y todas las oportunidades que ofrece para conseguir metas de sustentabilidad económica. Aunque ya es bien conocida por una gran parte de la industria, hay otra más que desconoce todos sus beneficios en la era actual. Por ello, aquí nos centraremos en explicar las implicaciones de combinar la recapitulación de datos con la industria energética.
Entenderemos este término como la creación, recopilación, almacenamiento y procesamiento de datos generados por cierta práctica, por ejemplo, el consumo energético. Y aunque podría pensarse que la simple acción de crear una lista de clientes activos y añadir sus datos de contacto resulta una práctica de Big Data, la práctica correcta es mucho más compleja. Los datos manejados deben cumplir con 3 variables, conocidas como 3 V:
Volumen: los datos son demasiado abundantes para softwares cotidianos. Hablamos de una cantidad cercana a decenas de terabytes (mil gigas) o cientos de petabytes (mil terabytes).
Velocidad: los datos deben manejarse con gran rapidez digital. Actualmente, existen productos tecnológicos que facilitan los datos en tiempo real, por ejemplo, medidores digitales.
Variedad: no basta con uno, dos o cinco campos de información. Los datos son abundantes en su tipología, pudiendo abarcar formatos diversos como texto, imágenes, videos y otros.
Todas las empresas privadas y organizaciones públicas encontrarán un alto valor en la integración de prácticas Big Data en sus flujos de trabajo pues brindará soluciones innovadoras ante los retos energéticos actuales. Hablemos de un ejemplo tangible para clarificar las posibilidades:
Actualmente, todas las empresas miden el consumo energético de sus sucursales. Así se obtiene la cantidad de amperes gastados y, por ende, el precio a pagar. Pero ¿podría mejorar esta métrica?
Con un buen procesamiento de la información, las empresas podrían recopilar información de cada sucursal y detectar cuáles gastan más amperios que otras, incluso podrían detectar la razón por la que cierta sucursal requiera más energía. ¿Podríamos tener una mayor lectura?
Si se cumplen las 3V, una empresa podría analizar los amperios necesarios para operar con normalidad en cierta región, conocería en qué temporalidad requiere mayor energía o cuándo recibir menos amperes, lo que le permitirá alcanzar la sustentabilidad económica.
Otra de las posibilidades que ofrece el Big Data y su generación de datos es la tendencia del Open Data o datos abiertos. Esta tendencia permite la colaboración entre organismos de distintos sectores para investigar y encontrar soluciones interdisciplinarias. De aquí se desprende la llamada Energía Abierta, ¿la conoces? Te recomendamos este blog para descubrir tan fascinante práctica.
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