¿Cuál es el estado actual del panorama energético mexicano frente a las demandas del nearshoring? ¿Qué retos y oportunidades ofrece el sector eléctrico a las empresas interesadas en abrir operaciones en México? te compartimos una perspectiva sobre la relación entre el suministro eléctrico y el crecimiento del nearshoring en el país.
Dada su cercanía con Estados Unidos y sus ventajas logísticas para el comercio global, México es un destino ideal para el nearshoring, sin embargo, esto implica nuevos retos en el ámbito energético.
Con el incremento del nearshoring, la demanda eléctrica en varias zonas del país se ha disparado. Las empresas buscan energía constante y, preferentemente, de fuentes renovables. Esta necesidad coincide con los objetivos nacionales de obtener el 35% de energía de fuentes limpias para 2024. Pero, ¿México está listo para este reto? ¿Puede asegurar un suministro eléctrico que respalde el nearshoring y cumpla con sus metas ambientales?
El nearshoring se ha consolidado como una estrategia sumamente provechosa para empresas que aspiran a expandir sus operaciones a la vez que minimizan costos, trasladando ciertos procesos a naciones cercanas. Gracias a su ubicación estratégica, talento especializado y costos ventajosos, México es un punto focal para el nearshoring en el Corredor Económico del Norte.
Las 10 principales inversiones en nearshoring en el país involucran a empresas internacionales enfocadas en sectores como la industria automotriz, baterías de litio, metales, muebles y automatización. La mayoría de estas inversiones se ubican en el estado de Nuevo León, dada su posición estratégica para abastecer al mercado estadounidense. Otras inversiones se distribuyen en estados como Coahuila, San Luis Potosí, Jalisco y Querétaro.
Ternium, una siderúrgica, encabeza la lista con una inversión de US$3.200 millones para una nueva planta en Pesquería, Nuevo León. Solarever Group, una empresa china de paneles solares, planea invertir US$1.000 millones en una planta de baterías para vehículos eléctricos en Jalisco. BMW anunció una inversión de US$875 millones en San Luis Potosí para producir su línea de vehículos eléctricos a partir de 2027. Finalmente, Nidec, un fabricante japonés de motores eléctricos, está en el cuarto lugar con una inversión no especificada para una nueva planta en México.
Otras empresas en la lista incluyen Citic Dicastal, Man Wah, ZF Group, Cenntro Automotive y Noah Itech, con inversiones en áreas como repuestos de automóviles, muebles, baterías de litio y automatización.
No obstante, el éxito de esta estrategia no puede asegurarse si no se garantiza un suministro energético estable y eficaz, pues cualquier fallo o variabilidad puede derivar en pérdidas considerables, interrupciones en la cadena productiva y retrasos en las operaciones. Es así como asegurar una energía constante y de alta calidad, se convierte en un factor principal que las empresas extranjeras consideran antes de abrir nuevas fuentes de empleo en nuestro país o de trasladarse a ubicaciones más cercanas a su público objetivo.
Por si esto fuera poco, el desafío energético también incluye la calidad y sostenibilidad: Las organizaciones socialmente responsables buscan energías renovables que les permitan disminuir su impacto ambiental y alinearse con metas de sostenibilidad. Aunque México presenta un panorama prometedor en energías limpias, es vital impulsar inversiones y avances que maximicen este potencial.
Según Forbes, el consumo eléctrico en el país actualmente representa solo el 83% de la generación, lo que indica unsuperávit energético. De hecho, en comparación con Estados Unidos, México produce más energía por cada dólar de PIB.
Sin embargo, al hacer o proyecciones a futuro, es imperante prepararse para un crecimiento aproximado de una tasa anual del 3% entre 2022 y 2032. Este aumento se espera que sea aún mayor en zonas como Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila debido al intenso incremento de su actividad industrial.
Los retos que enfrenta México y los participantes del MEM no consisten únicamente en generar más energía, sino también en utilizarla de la manera más inteligente posible.
La eficiencia energética potencia la rentabilidad y competitividad empresarial al mismo tiempo que minimiza las emisiones de carbono; por ello, es un pilar de desempeño clave para las operaciones de nearshoring
Entre las medidas más eficaces se pueden contar:
Auditorías energéticas, que permiten a las empresas identificar áreas de mejora, siendo el primer paso hacia la sostenibilidad.
Mantenimiento preventivo, que asegura que los equipos funcionen óptimamente, evitando consumos excesivos.
Inversión en tecnologías de ahorro, como la iluminación LED y la automatización, pues reducen el consumo y adaptan la demanda en tiempo real.
Diseño eficiente para minimizar la necesidad de climatización.
En resumen, la eficiencia energética combina varios aspectos de tecnología, diseño y cultura para garantizar operaciones sostenibles y rentables.
Es relevante subrayar que las inversiones orientadas a la eficiencia energética suelen tener un retorno de inversión (ROI) favorable. Los ahorros operativos, sumados a los beneficios en sostenibilidad y reputación, posicionan a la eficiencia energética como una estrategia inteligente para las empresas en el ámbito del nearshoring.
La transición hacia fuentes de energía renovable se ha convertido en una prioridad para muchos países, y México no es la excepción. Integrarlas en el sector industrial es esencial, no solo desde una perspectiva medioambiental, sino también económica y estratégica.
Al ser uno de los principales consumidores de energía en el país, el sector industrial tiene un papel crucial en esta transición. La adopción de fuentes más sostenibles puede ofrecer múltiples beneficios; por ejemplo, la energía renovable, al ser en muchos casos más asequible y predecible que los combustibles fósiles, permite generar ahorros significativos a largo plazo.
México ha demostrado su capacidad en la generación de energía eléctrica, sin embargo, es esencial que esta energía provenga de fuentes sostenibles. Se están tomando medidas para garantizar la concesión de permisos gubernamentales para la autogeneración de energía, permitiendo a grandes complejos industriales incorporar fuentes como la energía fotovoltaica.
es importante destacar que la transición hacia las energías renovables no implica simplemente reemplazar una fuente de energía por otra; requiere una reestructuración completa de cómo se produce, distribuye y consume la energía. Esto demanda inversiones en tecnología, infraestructura y capacitación, así como la adaptación de regulaciones y políticas actuales.
A pesar de los beneficios que México ofrece, aún enfrenta retos en su infraestructura energética; por ello, seleccionar el proveedor energético correcto es un factor determinante, pues impacta directamente en la sostenibilidad y rentabilidad empresarial.
Con miras a la sostenibilidad, el país se ha propuesto que, para 2024, el 35% de su energía provenga de fuentes limpias. Este objetivo abre puertas a inversiones tanto del ámbito estatal como privado. En este panorama, nos erigimos como un referente en el sector, respaldados por nuestro compromiso con las energías renovables y un profundo conocimiento del mercado. Nuestra capacidad para ofrecer soluciones energéticas sostenibles y eficientes responde a los desafíos del nearshoring.
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