Conoce más sobre la historia de la generación de energía en México, cuáles son sus fuentes principales actualmente y qué nos depara el futuro.
Desde cargar nuestros dispositivos móviles hasta iluminar nuestras ciudades, la generación de energía para obtener electricidad es una parte integral de nuestra vida diaria y un requerimiento crítico para todas las industrias.
De acuerdo con la Secretaría de Energía (SENER), México tiene una capacidad de generación de aproximadamente 80 mil megavatios (MW), superando ampliamente la demanda promedio de 50 mil MW. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cómo se genera esa energía? Aquí te lo explicamos.
México cuenta con una amplia historia en la generación de energía. Desde las primeras centrales hidroeléctricas hasta las modernas plantas solares y eólicas, nuestro país ha evolucionado constantemente en su forma de producir electricidad como resultado de su desarrollo industrial, tecnológico y social.
En 1879, se instaló la primera planta de luz eléctrica en León, Guanajuato, para iluminar el parque Hidalgo. En 1881, se inauguró en la Ciudad de México la primera línea de tranvías eléctricos y, durante las primeras décadas del siglo XX, diversas empresas extranjeras comenzaron a establecerse en México para aprovechar el gran potencial hidroeléctrico del país.
En 1937, se creó la Comisión Federal de Electricidad (CFE) con el objetivo de controlar, regular y expandir la generación. En 1960, el presidente Adolfo López Mateos nacionalizó la industria eléctrica, consolidando a la CFE como la principal empresa de electricidad en México y en las décadas de 1970 y 1980 se inició la construcción de plantas nucleares, siendo la central nucleoeléctrica de Laguna Verde la más destacada.
A inicios de siglo XXI, con la creciente preocupación por el cambio climático y la sostenibilidad, se buscó la diversificación de fuentes de energía con inversión en energías renovables como la solar y eólica. Finalmente, en 2014 se promulgó la Reforma Energética, que permitió impulsar la competencia y la inversión en el sector mediante la participación privada en la generación y comercialización de electricidad. El Mercado Eléctrico Mayorista (MEN) comenzó a operar formalmente en 2016.
México cuenta con una gran diversidad de opciones para la generación de energía. Según datos del 2021, la matriz energética del país se compone de las siguientes fuentes:
Las centrales térmicas convencionales utiliza combustibles fósiles como carbón, gas natural o petróleo para calentar agua y producir vapor, que a su vez mueve turbinas generadoras de electricidad. El gas natural es el principal recurso para la generación termoeléctrica en México, representando cerca del 55% de la producción en 2021. Le siguen el petróleo y sus derivados, y el carbón.
Las centrales de ciclo combinado son similares a las convencionales, pero con una turbina adicional movida por aire calentado con combustibles fósiles, por lo que se consideran más eficientes. En total, la generación termoeléctrica del país asciende a aproximadamente 50 teravatios.
Utiliza el movimiento del agua para generar electricidad. México cuenta con 86 represas y centrales hidroeléctricas que aprovechan el flujo de ríos y cascadas, con una producción aproximada de 6 teravatios.
Con la abundante luz solar que recibe México, este recurso renovable y sustentable ha ido ganando popularidad. Estas plantas pueden ser termosolares (usan calor solar para calentar agua) o fotovoltaicas (transforman directamente la energía solar en electricidad).
En México, en más del 80% del territorio mexicano es viable desarrollar proyectos solares, y actualmente existen 23 centrales solares capaces de producir aproximadamente 4.0 teravatios.
Utiliza el viento para mover turbinas que generan electricidad. México cuenta con varias zonas con alto potencial eólico, especialmente en la región del Istmo de Tehuantepec. Actualmente, hay 31 parques eólicos en México, distribuidos en nueve estados, con una producción de 5.8 teravatios.
Aunque en menor medida, México también genera electricidad a partir de energía nuclear, específicamente en la central nucleoeléctrica de Laguna Verde, en donde se utiliza la fisión nuclear para calentar agua y generar vapor que mueve una turbina. Esta central generó 2.1 teravatios en 2021.
Otras fuentes como las centrales geotérmicas, que aprovechan el calor terrestre; las centrales de biomasa, que queman materia orgánica; y las centrales mareomotrices, que utilizan el movimiento marino, ya han sido adaptadas exitosamente en otros países y podrían ser parte del panorama de generación eléctrica en México en un futuro no muy lejano.
Una vez generada, la electricidad se transmite y distribuye a través de infraestructuras como torres y cables subterráneos hacia las subestaciones, donde se ajusta la tensión eléctrica para su distribución a hogares y empresas.
México se encuentra en plena transición energética, con expectativas de crecimiento y adaptación a nuevas tecnologías más limpias. Con un enfoque en la sostenibilidad y la reducción de emisiones, se espera que la participación de las energías renovables en la matriz energética nacional aumente considerablemente en los próximos años.
Según el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen) 2023-2037 de la Secretaría de Energía, la meta es que, para 2050, el 50% de la energía producida provenga de fuentes limpias. Entre otras cosas, contempla la adición de 150 MW de capacidad nuclear y la conversión de 1,024 MW de ciclos combinados para usar una combinación de gas natural e hidrógeno verde.
En Enel, sabemos que el futuro energético de México es prometedor, con un fuerte enfoque en la sostenibilidad y la innovación. Gracias a nuestra experiencia global, podemos ayudarte a potenciar tus oportunidades de ahorro y sostenibilidad en el MEM; nuestro objetivo es ser tu mejor aliado, crear valor y asesorarte para lograr la máxima eficiencia energética posible.
Tenemos la solución energética ideal para tu empresa ¡Contáctanos!
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México cuenta con una amplia historia en la generación de energía. Desde las primeras centrales hidroeléctricas hasta las modernas plantas solares y eólicas, nuestro país ha evolucionado constantemente en su forma de producir electricidad como resultado de su desarrollo industrial, tecnológico y social.
En 1879, se instaló la primera planta de luz eléctrica en León, Guanajuato, para iluminar el parque Hidalgo. En 1881, se inauguró en la Ciudad de México la primera línea de tranvías eléctricos y, durante las primeras décadas del siglo XX, diversas empresas extranjeras comenzaron a establecerse en México para aprovechar el gran potencial hidroeléctrico del país.
En 1937, se creó la Comisión Federal de Electricidad (CFE) con el objetivo de controlar, regular y expandir la generación. En 1960, el presidente Adolfo López Mateos nacionalizó la industria eléctrica, consolidando a la CFE como la principal empresa de electricidad en México y en las décadas de 1970 y 1980 se inició la construcción de plantas nucleares, siendo la central nucleoeléctrica de Laguna Verde la más destacada.
A inicios de siglo XXI, con la creciente preocupación por el cambio climático y la sostenibilidad, se buscó la diversificación de fuentes de energía con inversión en energías renovables como la solar y eólica. Finalmente, en 2014 se promulgó la Reforma Energética, que permitió impulsar la competencia y la inversión en el sector mediante la participación privada en la generación y comercialización de electricidad. El Mercado Eléctrico Mayorista (MEN) comenzó a operar formalmente en 2016.
México cuenta con una gran diversidad de opciones para la generación de energía. Según datos del 2021, la matriz energética del país se compone de las siguientes fuentes:
Las centrales térmicas convencionales utiliza combustibles fósiles como carbón, gas natural o petróleo para calentar agua y producir vapor, que a su vez mueve turbinas generadoras de electricidad. El gas natural es el principal recurso para la generación termoeléctrica en México, representando cerca del 55% de la producción en 2021. Le siguen el petróleo y sus derivados, y el carbón.
Las centrales de ciclo combinado son similares a las convencionales, pero con una turbina adicional movida por aire calentado con combustibles fósiles, por lo que se consideran más eficientes. En total, la generación termoeléctrica del país asciende a aproximadamente 50 teravatios.
Utiliza el movimiento del agua para generar electricidad. México cuenta con 86 represas y centrales hidroeléctricas que aprovechan el flujo de ríos y cascadas, con una producción aproximada de 6 teravatios.
Con la abundante luz solar que recibe México, este recurso renovable y sustentable ha ido ganando popularidad. Estas plantas pueden ser termosolares (usan calor solar para calentar agua) o fotovoltaicas (transforman directamente la energía solar en electricidad).
En México, en más del 80% del territorio mexicano es viable desarrollar proyectos solares, y actualmente existen 23 centrales solares capaces de producir aproximadamente 4.0 teravatios.
Utiliza el viento para mover turbinas que generan electricidad. México cuenta con varias zonas con alto potencial eólico, especialmente en la región del Istmo de Tehuantepec. Actualmente, hay 31 parques eólicos en México, distribuidos en nueve estados, con una producción de 5.8 teravatios.
Aunque en menor medida, México también genera electricidad a partir de energía nuclear, específicamente en la central nucleoeléctrica de Laguna Verde, en donde se utiliza la fisión nuclear para calentar agua y generar vapor que mueve una turbina. Esta central generó 2.1 teravatios en 2021.
Otras fuentes como las centrales geotérmicas, que aprovechan el calor terrestre; las centrales de biomasa, que queman materia orgánica; y las centrales mareomotrices, que utilizan el movimiento marino, ya han sido adaptadas exitosamente en otros países y podrían ser parte del panorama de generación eléctrica en México en un futuro no muy lejano.
Una vez generada, la electricidad se transmite y distribuye a través de infraestructuras como torres y cables subterráneos hacia las subestaciones, donde se ajusta la tensión eléctrica para su distribución a hogares y empresas.
México se encuentra en plena transición energética, con expectativas de crecimiento y adaptación a nuevas tecnologías más limpias. Con un enfoque en la sostenibilidad y la reducción de emisiones, se espera que la participación de las energías renovables en la matriz energética nacional aumente considerablemente en los próximos años.
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