La sostenibilidad es más que una tendencia, es una necesidad imperante en un mundo donde el cambio climático amenaza nuestra existencia. Las energías limpias son parte importante de la solución para un futuro más verde y próspero. Pero, ¿cómo logramos que las comunidades se integren a esta visión sostenible? Aquí te lo contamos.
Aunque a menudo se usan como sinónimos de las energías renovables, ambos conceptos tienen diferencias clave. Las energías limpias son aquellas que, durante su producción, emiten bajos niveles de contaminación y no generan gases de efecto invernadero. Por otro lado, las energías renovables, además de ser limpias, provienen de fuentes inagotables como el agua, sol y el viento.
La transición hacia las energías limpias representa un paso muy importante hacia la sostenibilidad ambiental y una oportunidad invaluable para revitalizar economías que tradicionalmente han dependido de la costosa importación de combustibles fósiles. Esta transformación ofrece múltiples beneficios tangibles para las comunidades.
Al adoptar proyectos de energía renovable, las comunidades cercanas obtienen un impulso en su desarrollo socioeconómico. Se detectan necesidades en la población, se crean empleos, también se fomentan algunos oficios, lo que les permite generar ingresos adicionales. Se estima que, a medida que la adopción de energías limpias crezca, el sector podría generar hasta 42 millones de empleos en todo el mundo para 2050.
Desafiando los mitos comunes, la generación de energía renovable ha demostrado que puede coexistir y, de hecho, beneficiar a los ecosistemas locales. Las instalaciones solares, por ejemplo, no solo generan energía, también pueden ser refugios para la biodiversidad. Es común encontrar colonias de polinizadores, como abejas, prosperando en estas áreas, y la creación de corredores ecológicos dentro de estas plantas ayuda a proteger y conservar la fauna local.
Además, las energías renovables pueden ser grandes aliadas de sectores imprescindibles como la agricultura y la ganadería. La agrivoltaica es una innovadora práctica que combina la generación de energía solar con la siembra, maximizando el uso del terreno. En el ámbito ganadero, algunas instalaciones solares se han adaptado para servir como pastizales para ovejas y otros animales, ofreciéndoles sombra y protección contra los elementos, mejorando sus condiciones de vida.
A nivel global, cada vez más empresas están reconociendo el valor y la necesidad operar con energías sostenibles. Por su parte, México tiene un gran potencial en energías renovables y se ha posicionado como uno de los principales actores en este ámbito, ocupando el decimocuarto lugar entre los países con mayores inversiones en este sector.
Las metas establecidas son ambiciosas: se espera alcanzar una generación del 43% de energía limpia para 2030. Además, hay un firme propósito de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 22% y las emisiones de carbono en un 51%.
México podría transformarse en líder en la transición hacia un futuro más verde en Latinoamérica, pero una transición energética justa requerirá una sinergia estratégica entre políticas gubernamentales, inversiones del sector privado y una activa participación de la comunidad. Afortunadamente, varias empresas destacadas en México ya están tomando la iniciativa en este cambio hacia la sostenibilidad con fuentes de energía más limpias.
Es importante tomar en cuenta que, para que las empresas puedan comenzar a obtener energía de fuentes renovables, necesitan del expertise y la asesoría de consultores especialistas en el tema, como Enel Energía.
En Enel México no solo contribuimos a la producción de energía asequible y no contaminante, alineándonos con el 7° Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS), también nos sumamos a la lucha contra el calentamiento global, apoyando el ODS 13 . Nuestro compromiso es forjar un futuro más justo para todos, mediante un modelo de negocio sostenible tanto para las comunidades como para el medio ambiente.
Creemos firmemente en la creación de valor compartido. Por ello, establecemos lazos estrechos con las comunidades locales, asegurándonos de que se beneficien directamente de nuestros proyectos. Mediante programas educativos y de capacitación hemos apoyado y empoderado a más de 10,000 mexicanos a través de más de 300 iniciativas, las cuales abarcan desde voluntariados en alianza con organizaciones deportivas para personas con discapacidad, hasta el mejoramiento del espacio público mediante el arte.
Además, hemos apoyado a comunidades ubicadas en los estados de Tlaxcala, Nuevo León, Guanajuato y Jalisco, con proyectos como talleres de oficios e instalación de captadores de agua pluvial y el desarrollo de una galería ecológica en Tlatelolco, con la colaboración de Proyecto 17. También, favorecemos la conservación de especies como el águila real, con la participación de universidades y centros de investigación, como la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), para estudios de biodiversidad.
Con una sólida trayectoria de 15 años en el país, ya hemos logrado posicionarnos como un pilar fundamental en su transición energética. Sin duda, mediante la colaboración y el entendimiento de las necesidades locales, seguiremos generando un impacto positivo, contribuyendo a un presente y futuro más verde y sostenible.
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