El auge de la generación distribuida, así como los retos de los precios de los componentes y la fabricación local, crean un panorama favorable para las energías renovables como la energía fotovoltaica.
El 2023 se perfila como un año en el que la energía fotovoltaica estará cada vez más presente y en el cual se optimizará la gestión de los sistemas solares a través del uso de la inteligencia artificial. Si la tendencia de crecimiento de 2022 continúa, en el que vimos un incremento en las instalaciones de sistemas fotovoltaicos, el 2023 promete ser excelente para el sector y en el que también veremos nuevas tendencias.
Cabe destacar que las nuevas propuestas en la energía fotovoltaica no solo van a vincularse con innovaciones, hay muchos retos en el sector que deben solucionarse como la reducción del costo nivelado de la energía (LCOE, siglas de coste energético nivelado), mejorar la eficiencia de la operación y mantenimiento (O&M), conservar la estabilidad de la red eléctrica, mientras que se nutre de más energía renovable, y garantizar la seguridad del sistema en su totalidad.
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